viernes, 5 de febrero de 2016

Domingo en el metro / Mar de silencio

Domingo en el metro, pasado medio día las puertas se abren todos se apresuran a tomar un asiento tal vez por puro instinto, casi no hay gente, Juan es un hombre mayor de mediana estatura, viste humildemente, a su lado se sientan dos niños el mayor ronda los siete años de edad el mas pequeño tendrá unos cuatro, junto con Juan sube su hijo Alberto y su esposa, padres de los dos infantes, se sientan frente a ellos, casi inmediatamente después de que el metro comienza su marcha Juan agacha la mirada y abraza al niño mas pequeño, ruedan por sus mejillas lagrimas una tras otra no dejan de caer, Alberto viene borracho, estuvo bebiendo como lo loco toda la tarde, dice que para soportar el dolor, para olvidar, pero eso son pretextos de cobarde, solo quiere salir de la realidad, se levanta y se para frente a su padre que llora, se agarra con una mano del tubo y tambaleante se encorva para decirle algunas palabras; "todo va estar bien, vamos a venir a verlo seguido, va a crecer grande y fuertote este muchacho ¿verdad?" , voltea a ver al niño mas pequeño Carlos se llama, es muy delgado y pequeño sus cabellos son lacios, negros y rebeldes, en sus ojos se expresa una profunda consternación, ya su madre le había dicho lo que pasaría, pero el a su corta edad no entiende, tiene miedo, no sabe por que llora el abuelo, por que su madre esta triste y porque su padre repite que vendrá a verlo seguido que serán como vacaciones para el, mientras Alberto dice una y otra vez los mismo, Juan abraza mas fuerte a Carlitos y agachando la mirada llora mas sin hacer ruido, solo dejando caer saladas gotas al inmenso mar de silencio, el abuelo sabe que se aproxima la hora y con una expresión de profunda tristeza levanta la mirada y voltea a ver a Alberto , piensa en que hizo mal, que trabajar tanto no dejo tiempo para enseñarle a sus hijos lo verdaderamente importante y ni como reclamarle si yo le hice lo mismo piensa, toda la semana me venia a la ciudad a trabajar y solo los fines de semana viajaba al pueblo, aún así no hubo mucho tiempo para reclamos y recuerdos, la voz en los altoparlantes anunciaba que la próxima estación era Bellas Artes, ahí debían bajar para transbordar a la siguiente línea, pero solo lo harían Carlitos y su abuelo, los ojos del hombre se aguaron aun mas al sentir que el tren comenzaba a frenar, tomo a su nieto de la mano se paro de su asiento y espero firme en la puerta, antes de que esta abriera cargo al niño en sus brazos aun fuertes y sin mirar atrás, descendió del tren mientras Carlitos solo reflejaba dudas y miedo en los ojos, se queda parado después de dar unos pasos, las puertas se cierran y el tren comienza su marcha, Carlitos levanta una mano y dice adiós muy tímidamente, en las bocinas se vuelve a escuchar la misma voz que ahora dice que debido a la lluvia el avance de los trenes es lento.