Escribo
sobre lo incomprensible
Algo
etéreo y sagrado, volátil
Caprichoso
e indomable, fuego
La
luz de la luna, cenizas de volcán.
Pienso
en lo inalcanzable, felicidad
En
lo absurdo y azaroso, la vida misma
El
resplandor de la noche, tu mirada
El
lado tierno de tu personalidad asesina.
Veo
los ríos de sangre y lagrimas, tu desprecio
Me
duelen las entrañas, cada que me besas
¿A
quien pertenecen tus labios ahora?
¿Qué
nombre gritas por las noches?, ¿Cuál?
Siento
progresivamente morir a pedazos
Pequeños
como tus ojos, que ya no me ven
La
única tragedia es que no hay tal
Solo
uno más que sufre por ausencia.